Nieves Granero Sánchez
26/09/2022
Hay miedo en las calles, en los pasos, en las miradas.
Pero crecen alas.
Hay bocas selladas, manos atadas, pies lastimados. Pero se eleva la esperanza.
Hay violencia expresa, ignorancia monstruosa, intimidación y muerte.
Pero un viento enorme que contiene gritos de libertad y de derechos se expande, se abalanza, excede los límites de una sociedad abrumada, empequeñecida,
lacerada por la indignidad y el hambre de justicia.
Mujeres.
Las nombradas frágiles.
Las injustamente sometidas y enmudecidas.
Las que se borran día a día detrás de un exceso de telas oscuras y mandatos tenebrosos.
Mujeres.
Grandiosas, extremas, maravillosas.
Sorprendentemente fuertes, se yerguen en una sumatoria de voluntades, enfrentando al crimen establecido.
Mujeres.
Dispuestas a dar vuelta la página, aunque sus vidas se evaporen en el intento.
Nos necesitan, nos llaman, nos convocan.
Nos emplazan.
Nos miran a los ojos.
Nos instan a cortarnos el pelo.
Nos tienden la mano.
Para que seamos protagonistas.
Para que lancemos junto a ellas el grito.
Para sumarnos a la esperanza y al vuelo.
Querida Nieves, adorei seu poema. Como sempre, produzindo excelentes reflexões. Muito obrigada.
Este poema me ha conmovido profundamente.
!Qué llamado más certero y claro a la solidaridad entre mujeres de todo el mundo: a crear conciencia, a protestar y a nombrar la fuerza de las mujeres para levantarse y transformar una sociedad injusta y ciega. Gracias a su autora Nieves Granero Sánche!